• Recomiendan pedir siempre cita previa, más aún si hay que atender a una mascota que ha estado en contacto con un paciente con COVID-19
• Recuerdan que se deben extremar las medidas de higiene y que debe acudir 1 persona como máximo por mascota en caso de necesitar consulta o tratamiento
28 de Marzo de 2020.- El Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla y León quiere difundir un decálogo de la Organización Colegial Veterinaria para que tanto los propietarios de mascotas como los profesionales de las clínicas veterinarias tengan unas pautas conjuntas de actuación ante el avance del COVID-19.
Los Colegios profesionales recuerdan que no existe prueba científica de que mascotas o animales domésticos puedan padecer o ser fuente de infección del virus, pero sí contagiar al contacto con su pelaje, sólo si han estado en contacto con enfermos de coronavirus. Por ello, si una persona tiene síntomas (tos, fiebre, dificultad respiratoria…) es conveniente que evite el contacto físico con su mascota u otros animales.
Además, los expertos recomiendan la conveniencia de que una persona sana cuide de su mascota mientras su propietario está enfermo o en cuarentena. Si esto no es posible, sería aconsejable usar mascarilla en la medida de lo posible y lavarse las manos antes y después del contacto.
Los profesionales recuerdan además que si su mascota tuvo contacto con alguna persona con coronavirus, es importante que avise a su veterinario previamente si necesita llevar a su animal doméstico a la clínica.
En este decálogo se ofrecen también recomendaciones al personal de las clínicas veterinarias. Entre ellas, extremar las medidas de higiene tanto en la clínica como fuera del lugar de trabajo (lavado de manos, no tocar ojos, nariz y boca…). Asimismo, es necesario usar el gel desinfectante hidroalcohólico antes y después de cada consulta o contacto con animales y clientes.
Cada animal debe ir acompañado a la clínica por 1 persona como máximo y, si es posible, estar solo durante el reconocimiento o tratamiento. También se limitará al máximo el número de personas juntas en la sala de espera o en la entrada de la clínica. De hecho, si el animal ha estado con un afectado por COVID-19, deberá atenderse fuera del horario habitual y siempre con cita previa.